La retirada de MSF es un golpe a los esfuerzos del Gobierno de persuadir a los donantes somalíes e internacionales de que la seguridad está mejorando pese a la contumaz insurgencia islamista.
Unni Karunakara, presidente internacional de MSF, reconoció que la marcha privaría a cientos de miles de somalíes de ayuda médica.
“El cierre de nuestras actividades es resultado directa de los ataques extremos contra nuestro personal, en un ambiente donde grupos armados y líderes civiles apoyan, toleran o perdonan cada vez más los asesinatos, asaltos y secuestros de cooperantes humanitarios”, dijo Karunakara a los periodistas en la capital keniata, Nairobi.
No hubo comentario inmediato del Gobierno somalí, que tiene dificultades para sacar al país de dos décadas de conflicto y proporciona pocos servicios públicos como sanidad y educación.
El anuncio llega aproximadamente un mes después de que dos cooperantes españolas empleadas de MSF fueran liberadas por sus secuestradores somalíes tras dos años en cautividad.
A principios de 2012, MSF cerró dos importantes centros médicos en la capital somalí, Mogadiscio, después de que dos trabajadores internacionales fueran asesinados a tiros por un excompañero.
Catorce miembros de MSF han muerto desde 1991, cuando comenzó la guerra civil en el país.
(Con información de Reuters)
Tomado: Cubadebate