Una compleja situación atraviesa Colombia en medio del paro nacional que cumple 12 días sin que se vislumbren soluciones, mientras en la capital varias localidades amanecen en toque de queda y con dos jóvenes muertos, tras duros enfrentamientos.
La incertidumbre acrecienta de una punta a la otra en el país y el Gobierno, en cabeza de su presidente Juan Manuel Santos, trata de frenar las protestas con una mesa de diálogo en Tunja, Boyacá, que lleva más de tres días, 80 horas de debates y aún no se ha logrado ningún acuerdo.
Ayer la capital vivió una jornada sin precedentes, como la definieron varios medios de difusión. Destrozos, cerca de 80 locales dañados en el centro de Bogotá, represiones, 150 personas heridas y dos víctimas, uno de 16 años en Suba y otro de 29 en Engativa, de acuerdo con cifras preliminares.
Gases lacrimógenos y chorros de aguas fueron lanzados en la Plaza Bolivar a donde habían llegado más de 20 mil personas de manera pacífica para apoyar el paro agrario y rechazar el modelo económico implantado en el país.
El ambiente comenzó a calentarse y la policía despejó a la fuerza el lugar que quedó prácticamente desolado. El mismo panorama se vivió en Soacha, donde la vía principal que comunica a esa localidad con la capital permanece totalmente militarizada, reportó Caracol Televisión.
Las protestas han impactado tan duro que el desabastecimiento y el precio de los alimentos se sienten en más de una decena de departamentos y sobre todo en la capital.
Estamos sufriendo la peor crisis y la peor ruina en toda nuestra historia, señalan los campesinos, que han ratificado que seguirán en paro por tiempo indefinido hasta lograr una gran mesa de concertación nacional de donde salgan acuerdos serios y contundentes.
Tomado. Prensa Latina