lunes, 26 de agosto de 2013

EE.UU. aprobó uso de armas químicas en guerra Irak-Irán

 El gobierno de Estados Unidos aprobó hace 25 años que Saddam Hussein empleara armas químicas en la guerra de Irak contra Irán, confirmaron archivos desclasificados por la CIA.

Mientras Washington evalúa represalias contra Siria por este presunto motivo, documentos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) indican que la Casa Blanca fue indulgente cuando el líder iraquí utilizó esos medios entre 1980 y 1988.

Según la revista Foreign Policy y otros medios digitales norteamericanos, la prioridad de la administración de Ronald Reagan en aquella época era garantizar que Irak ganara el enfrentamiento bélico a cualquier precio.

De acuerdo con las fuentes, se presume que Hussein usó armamento equipado con gases tóxicos contra el enemigo en el campo de batalla y también contra la población kurda en Irak, siempre ante los ojos de Washington.

El exoficial CIA Rick Francona afirmó que desde 1983 la agencia ya tenía pruebas sobre la utilización de armas químicas por Bagdad, pero que Irán carecía de evidencias y por eso la nación persa no pudo presentar denuncia ante la ONU.

En 1988 el gobierno de Irak ejecutó cuatro ataques con gas sarín (afecta el sistema nervioso) contra las tropas iraníes que dejaron cientos de soldados muertos, detalló Francota.

Desde la semana anterior la administración del presidente Barack Obama parece prepararse para una intervención militar a gran escala en Siria, país al cual culpa por el presunto uso de armamento ilegal en un suburbio de Damasco.

Este domingo el senador republicano Bob Corker alertó a Obama sobre una acción bélica irreflexiva, dijo que el mandatario debe esperar el regreso de vacaciones del Congreso para tomar una decisión y que lo mejor sería una "operación aérea quirúrgica".

El presidente Bashar al-Assad ha negado todas las acusaciones y explicó que, en primer lugar, el empleo de armas químicas sería imposible en el conflicto sirio porque las fronteras de los antagonistas armados son demasiado imprecisas.

Tomado: Prensa Latina