Organizaciones sociales y movimientos defensores de derechos humanos se manifestaron ayer en la ciudad de México para reclamar por las víctimas de desaparición forzada. “Verdad y justicia. Perdón nunca, y ¡olvido jamás!”, fue la consigna que convocó a las movimientos sociales a encontrarse en la céntrica plaza El Zócalo.
En el marco de la semana internacional del detenido desaparecido, las diversas organizaciones de víctimas, indígenas, populares y movimientos de derechos humanos agrupados en la Campaña Nacional Contra la Desaparición Forzada realizaron un “plantón” como parte de una jornada internacional que tiene lugar en la capital y diferentes zonas del país. Héctor Cerezo, representante del comité encargado de la organización, fue el primero en tomar la palabra. Rodeado de láminas alusivas a las consignas de memoria, verdad y justicia, Cerezo pidió que se aceleren los procesos de búsqueda en casos de desaparición forzada. Sanciones a los responsables materiales e intelectuales y garantías de no repetición encabezó la lista de reclamos. El objetivo de la movilización, aseguró, es preguntar dónde están los desaparecidos y quiénes son los responsables. Según los últimos datos que ofreció la Secretaría de Derechos Humanos de México, en el país azteca hay cerca de 38 mil personas desaparecidas y en los últimos 12 años se encontraron dos mil fosas clandestinas. En mil de ellas todavía no se realizó ningún proceso de exhumación porque el estado no tiene las capacidades institucionales de realizarlas, según informó la Secretaría.
“Es necesario recordar que la desaparición forzada es un crimen de estado y de lesa humanidad que no prescribe”, continuó Cerezo. El representante del comité apuntó seguidamente como responsables a los funcionarios de todos los niveles e instituciones: el ejército, la policía federal, estatal y municipal y grupo paramilitares. “Mientras no se separa el paradero de las víctimas se sigue cometiendo la grave violación a los derechos humanos”, consideró.
Ana Belén Sánchez Mayorga, Daniela y Virginia Ortiz Ramírez, Carlos René Román Salazar, Luis Enrique Castañeda, Diego Maldonado, fueron algunos de los nombres recordados ayer. En su mayoría jóvenes, luchadores sociales, estudiantes y comerciantes. Desaparecidos desde principios de los dos mil hasta hoy y desde el estado de Chiapas hasta Chihuahua.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró al asumir el ejecutivo que la búsqueda de desaparecidos sería una prioridad. En enero lanzó una nueva convocatoria para renovar la titularidad de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (CNB) y en marzo armó un evento en Palacio Nacional para la “reinstalación” del Sistema Nacional de Búsqueda. A la iniciativa se sumaron 11 estados que crearon su propia Comisión Local de Búsqueda. El sexenio pasado sólo ocho estados lo tenían. Y en octubre del año pasado López Obrador creó una Comisión especial de la verdad encargada del caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. La titular de la CNB, Karla Quintana, admitió sin embargo que el sistema forense está rebasado, y que 22 entidades se encuentran en falta respecto de las obligaciones establecidas por la ley general en materia de desaparecidos. “Sabemos que todavía hay crímenes que se siguen cometiendo y no vamos a desistir de encontrarlos”, cerró el acto, el representante del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo.
En México el mes de mayo es la fecha de todos los familiares de víctimas de desaparición forzada. Desde mañana hasta el domingo se sucederán varias charlas y manifestaciones en el país, culminando en una gran movilización el 31.
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