La injerencia de EEUU, en
América Latina en el siglo XX se ha dado no solo por invitación de algunos
gobiernos y Estados, sino por la invasión o por propiciar golpes de Estado, en
casi toda la región, esto ha dado como resultados cientos de muertes,
desapariciones forzadas y el uso sistemático de la tortura como parte de una
política dirigida desde Washington.
En el siglo XXI, algunos
países han iniciado cambios en su modelo de gobierno, lo que ha ocasionado el
rechazo y la injerencia de EEUU, con el propósito de derrocar estos gobiernos legítimamente
constituidos. Pese a estos cambios, Colombia un país con un conflicto armado
por más de medio siglo, ha seguido al pie de la letra los designios del país
del norte. Esto puede explicar, en alguna medida el por qué del largo y
sangriento conflicto, la ayuda militar de EEUU, el entrenamiento de tropas, la
presencia cada vez más notoria de militares gringos, supone que se ha venido cediendo
parte de la soberanía y la seguridad, fundamental para todo Estado.
Que EEUU, mantenga en el poder
a Álvaro Uribe, con un amplio historial criminal y vínculos con el narcotráfico,
demuestra que el interés sobre el país, no es eliminar la producción y el tráfico
de narcóticos, sino tener el control, este solo se lo garantiza alguien como
Uribe Vélez, por otro lado, están los grupos alzados en armas, las guerrillas,
que durante décadas le han combatido al Estado y a su ordenamiento jurídico,
con esto justifica su presencia activa.
Pese a esto, las FARC luego de
un Acuerdo de paz, decidieron entregar las armas e integrarse al Estado, constituyéndose
como un partido político, participando en elecciones populares, el gobierno y
el Estado se comprometieron a cumplir lo pactado, implementando y dando garantías
a todos los ex combatientes, con ello también, se buscaba que se integraran a
la sociedad. Pese a esto, nada de lo que se acordó se ha implementado, con ello,
la inseguridad jurídica a los ex combatientes lo que puede llevar a que se
devuelva a las armas.
El caso Santrich- Márquez
parece el más emblemático, el gobierno mantiene preso a Santrich, acusándolo de
intentar enviar droga a EEUU, sin que en ningún momento se muestren las pruebas,
que probarían la intensión de cometer un ilícito, vale decir, que el delito no
se cometió.
Mientras ha venido sucediendo
el gobierno de Duque y su bancada, han tratado de acabar la JEP, con ello,
pretende que el acuerdo de paz, llegue a su final, una parte fundamental del
acuerdo es la justicia que se va aplicar a los ex guerrilleros, ningún acuerdo
se basa, sobre la privación de la libertad y la no participación en la vida
pública y política de los ex guerrilleros, lo contrario, sería que fueron
vencidos en combate, lo que no ha sucedido, lo que si ha pasado, es que el
gobierno espero que estos hicieran dejación de armas, para cambiar las reglas
del acuerdo, lo que puede llevar al fin del proceso de paz.
Asuntos como la no firma de la
ley estatutaria de la JEP, por parte del gobierno, con el beneplácito de EEUU,
los gringos han tratado de incidir en la decisión que La Corte debe tomar,
quitando las visas a los magistrados, exigiéndole al Estado o al presidente que
extradite a Santrich por encima de cualquier orden, incluso que declare un
estado de conmoción interior, para ordenar vía presidencial la extradición del
ex líder guerrillero.
En los últimos tiempos EEUU,
ha demostrado que no le importa violar la soberanía, ordena y da conceptos, sin
que el Estado siquiera, alce su voz de protesta, el asunto ha venido creciendo,
que hasta le prohíbe a Colombia comprar aparatos electrónicos HUAWEI, volver
con la aspersión aérea, está demostrado que el glifosato es altamente nocivo
para la salud y hasta el fracking, estas son solo algunas de las políticas que
Colombia obedece.
Sin contar, que el país esta
siendo utilizado con el beneplácito del gobierno, para intentar derrocar al
gobierno legitimo de Nicolas Maduro, si bien, esto es lo que ha venido ocurriendo
en el país desde décadas, Colombia ha sido el principal aliado de EEUU, en la
región, sus gobiernos, presentan credenciales al gobierno gringo, como si, se
tratara de cancilleres y no de presidentes, la injerencia es tal, que cualquier decisión que se toma en materia de política interna tiene que pasar por el beneplácito de los gringos.
La pregunta que surge es por
qué EEUU tiene tanto interés en la extradición de Santrich y de que la JEP,
como justicia especial para la paz, no se apruebe, será que le hace falta
mantener un mercado de armas, probar nuevos armamentos, el territorio y sus
recursos, esto se lo deberían preguntar quienes emiten las leyes, en la misma
dirección por qué permite un gobierno como el de Uribe Vélez, será que su
injerencia esta supeditada a la libertad de este nefasto personaje.
Lo que, si esta claro es que
tanto los gringos como el gobierno colombiano, tienen la férrea intensión de
extraditar a todos los ex guerrilleros, con el discurso del narcotráfico como
paso con Simón Trinidad, quien nunca fue vendido en un juicio, sino por
tratarse de comunistas alzados en armas, falta ver cual va a ser la posición
que tomara el partido FARC.