Al parecer al presidente brasileño Jair Bolsonaro no lo quieren mucho por Nueva York, pues por fuertes críticas y presiones en su contra tuvo que cambiar el viaje que había planificado hacia esa ciudad para recibir el homenaje de la Cámara de Comercio Brasil-Estados Unidos.
Según lo confirmó la Cancillería brasileña, el nuevo destino de Bolsonaro es Dallas, Texas, donde tendrá un encuentro con el expresidente George W. Bush y el jueves recibirá el Premio Personalidad del Año 2019, otorgado el pasado mes de abril por la mencionada Cámara de Comercio, la misma que lo había invitado a asistir a una cena de gala en Nueva York.
Según precisa Prensa Latina, para dicho homenaje se había reservado un espacio en el Museo Americano de Historia Natural de esta gran urbe estadounidense, pero la institución desistió de organizar la ceremonia por las reacciones negativas provocadas ante la presencia del mandatario sudamericano y alegando que ese no era «el lugar ideal».
Aunque esta ceremonia se realiza cada año con la presencia de más de un millar de personas y se premia a una personalidad estadounidense y otra brasileña, en esta ocasión el propio alcalde neoyorkino Bill de Blasio alegó no querer en su ciudad a un «ser humano muy peligroso», mientras que el senador estadounidense Brad Hoylman dijo que el odio no tenía lugar en Nueva York.
«Victoria: Denunciamos al presidente homofóbico de Brasil, Jair Bolsonaro, y vencimos», celebró Hoylman al conocer la decisión del mandatario brasileño de retirarse también de un evento en el Hotel Marriot Marquis.
Bolsonaro, por su parte, reconoció en su cuenta en Facebook que no quieren su presencia en Nueva York y respondió irónicamente al Alcalde de esa ciudad: «El martes por la noche partimos hacia Texas, Dallas, no más Nueva York, porque el alcalde no quiere nuestra presencia ahí. No hay problema, quédate tranquilo. Respeto su interés en que yo no esté ahí, no sé lo que está ganando con eso».
Lo que sí queda claro es que al presidente brasileño, a pesar de su apego al Gobierno estadounidense y su admiración por Donald Trump –quien ya lo nombró como su principal aliado no OTAN–, ni en Nueva York lo quieren.
Tomado: Granma