Henrietta Fiore, directora ejecutiva del organismo, ha señalado este viernes en un boletín de prensa que más de un millón de niños se vieron afectados por el paso de los ciclones Idai y Kenneth a través de Mozambique.
“Estamos siendo testigos de una tendencia preocupante. (…) Ciclones, sequías, y otros eventos climáticos extremos están aumentando en frecuencia e intensidad. Como lo vimos en Mozambique y en otros sitios, los países y las comunidades más pobres son afectados de manera desproporcionada. Para los niños que ya son vulnerables, el impacto puede ser devastador”, ha aseverado Fiore.
Ante esta situación, Unicef ha resaltado que trabaja para frenar el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos, entre otros, a través del diseño de sistemas de agua que puedan resistir a los ciclones y la contaminación con agua salada, así como el fortalecimiento de las estructuras escolares y el apoyo en simulacros y ejercicios de preparación ante emergencias.
Tomado: tercerainformacion