En la vereda Potrero Grande, perteneciente al municipio de San Calixto, el 8 de agosto a las 8:00 p.m, el Ejército Nacional lanzó un artefacto explosivo en la entrada de una vivienda, hecho que ocasionó la destrucción de una estructura destinada a secar café y medio de sustento económico para la familia afectada.
La Asociación Campesina del Catatumbo rechaza estos hechos y hace un llamado al Estado colombiano a buscar el diálogo con todos los actores del conflicto armado, para que estas actuaciones no vuelvan a repetirse; asimismo, exigimos a las autoridades del Estado esclarecer las causas que tuvieron como consecuencia el impacto de un mortero contra una vivienda, que le costó a una familia la perdida de la estructura de trabajo usada para satisfacer sus necesidades básicas y que de encontrarse en el momento del impacto realizando algunas de sus labores habría arrebatado la vida de alguno de los integrantes de la familia.
Por lo anterior, hacemos un llamado a la Defensoría del Pueblo, a las Naciones Unidas, a la Asociación de Personeros del Catatumbo, a la Procuraduría General de la Nación y a la Fiscalía General de la Nación a realizar todas las acciones encaminadas a esclarecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar por las que esta vivienda fue impactada por un artefacto explosivo y brindar todo el apoyo psicosocial a esta familia campesina que hoy siente temor por su seguridad y que debido a lo ocurrido ha perdido parte del producto con el que provee la manutención de los integrantes de esta familia. También solicitamos al General Hugo Alejandro López iniciar las investigaciones correspondientes para que este accionar por parte de integrantes del Ejército Nacional no quede en la impunidad.
Una vez más, reiteramos nuestro rechazo y condenamos este tipo de hechos, pues nos encontramos en un momento histórico que llama a la paz y a la reconciliación en el que una familia campesina de origen humilde no debe verse afectada por el accionar de actores armados en un conflicto del que nunca han deseado ser parte y que hoy su esperanza de tener una Colombia en paz se ve opacada.
Tomado: Prensa Rural.