El vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, culminó su gira por Colombia, Argentina, Chile y Panamá, durante la cual reiteró la intención de la Casa Blanca de incrementar su papel de policía hemisférica para “salvar a la región de los Estados fallidos y las dictaduras porque eso es lo correcto”, según sentenció.
“Los venezolanos que alguna vez fueron libres están sometidos a un régimen brutal. Nadie eligió pasar de la prosperidad a la pobreza, de lo que debería ser uno de los países más ricos a uno de los más corruptos y pobres”,aseguró el vicepresidente durante un periplo que también impulsó su política de expansión comercial y de inversiones.
En su discurso también abordó el tema de “la crisis que atraviesa Venezuela”, y dijo que el país sudamericano vive una “dictadura y pérdida de la democracia” a pesar de la reciente elección de la Asamblea Nacional Constituyente y el llamado a las elecciones regionales donde 23 partidos de oposición participarán.
Según Pence, el gobierno de Donald Trump, “tiene muchas opciones para Venezuela”, pero confían en una salida pacífica. A pesar de eso, continuarán imponiendo sanciones políticas y económicas contra el pueblo del país caribeño.
Analistas coinciden en que las declaraciones del viernes 11 de agosto del presidente Trump sobre una probable intervención armada a Venezuela, sintetizan con claridad las intenciones y acciones injerencista.
Silvina M. Romano, escribe en la gira de Pence contra Venezuela y por la salud de los mercados, que la declaración fue una clara demostración de poder impune, además de medir el escenario de legitimidad de una decisión tan contundente (que, por otra parte, no es nueva, se barajaba al menos desde que se filtró el Operativo Freedom II del Comando Sur).
Tomado: matrizur.org